A finales de los años noventa, Ford Explorer dominaba el mundo de las SUVs. Mientras tanto, las SUVs pequeñas apenas comenzaban a generar interés en el mercado. Aprovechando esta oportunidad emergente, hace 25 años, la marca del óvalo presentó un modelo diseñado para abrir brecha en ese nuevo terreno: la Ford Escape.
Desde su llegada al mercado mexicano en el año 2000, Ford Escape presentó una propuesta sólida, que fue bien recibida. Con el paso del tiempo, especialmente tras el lanzamiento de sus versiones híbridas, este modelo se mantuvo competitivo.
Ford Escape: fuerza, dinamismo y una propuesta adelantada a su tiempo
La primera Ford Escape ofrecía la potencia necesaria para explorar caminos más allá de la ciudad gracias a que, entre sus muchas cualidades, incorporaba a el motor V6 más potente en su clase, además de contar con el sistema de tracción integral Control Trac II.
La planta de Kansas fue modernizada y ampliada para albergar la producción inicial de la Escape. En 2012, la fabricación se trasladó a Louisville. En su primer año, superó a todos sus competidores en ventas dentro del segmento de SUVs pequeñas en Estados Unidos.
Pionera en sostenibilidad e ícono de ventas
Además de su éxito comercial, Ford Escape fue responsable de un hito global: en 2005, se convirtió en la primera SUV híbrida del mundo. Fue el primer vehículo híbrido lanzado por un fabricante estadounidense.
Hasta la fecha, Ford ha vendido más de 4.5 millones de unidades de Escape en Norteamérica, y tan solo en el segundo trimestre de este año, sus ventas crecieron casi un 30%. De la gama, el acabado ST-Line es, sin duda, el más exitoso.
Hoy en día, el incombustible Ford Escape celebra 25 años demostrando que, como los buenos vinos, mejora con el paso del tiempo.
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