Luego de la revelación del DBX S, la firma de Gaydon eleva el listón presentando el Aston Martin Vantage S, una edición más radical del deportivo más accesible de la marca, que llega un año y medio después del lanzamiento del modelo base.
Su gran novedad es el motor V8 biturbo de 4.0 litros, que ahora entrega 671 hp y 590 lb-pie de par, acompañado de una serie de mejoras técnicas y de diseño.
La firma británica asegura que este Vantage S fue objeto de un trabajo minucioso de puesta a punto. Se revisó a fondo la suspensión, con modificaciones tanto en los componentes físicos como en el software, buscando mayor agarre en el tren delantero y una respuesta más suave en el trasero.
El subchasis posterior ahora está fijado directamente al chasis, mientras que los soportes del transeje trasero se suavizaron en un 10 %. Además, se ajustaron las geometrías de la suspensión para equilibrar el conjunto. Todo esto se traduce, según la marca, en una conducción más precisa, mayor estabilidad en línea recta y mejor confort en ciudad.
Aston Martin Vantage S, mucho más veloz de lo que parece
El Vantage convencional ya es notablemente veloz. Aunque Aston Martin anunciaba 656 hp, el rendimiento sugiere cifras aún mayores. En esta nueva versión, el V8 de origen AMG ha sido optimizado, reduciendo el tiempo de 0 a 100 km/h a 3.3 segundos, 0.1 segundos menos que antes. También se redefinió la respuesta del acelerador para brindar un manejo más afinado.
En términos aerodinámicos, el Vantage S incorpora algunos retoques, como un alerón trasero más prominente. Esto le permite generar hasta 245 libras de carga aerodinámica a su velocidad máxima de 336 km/h.
Visualmente, los cambios exteriores son sutiles. Aparte del alerón, destacan una insignia “S” en rojo en los laterales y detalles específicos en las salidas de ventilación del cofre. También se ofrece una nueva opción de rines forjados de 21 pulgadas con toques en rojo.
Interior
El interior sigue esa misma línea exclusiva, con acabados estándar en fibra de carbono y Alcántara, insignias “S” bordadas en los asientos y un paquete opcional que añade más detalles en rojo. Como es habitual en Aston Martin, la configuración del habitáculo es completamente personalizable gracias a la división “Q”.
Aún no se ha confirmado el precio, aunque se espera que supere ampliamente los 200,000 dólares que cuesta el modelo base. Inicialmente se ha mostrado la versión coupé, pero también habrá una versión Roadster. Ya puede ordenarse y las primeras unidades llegarán a finales de 2025.
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Periodista, escritor y apasionado de los coches. Con una pluma tan veloz como un Ferrari y un apetito insaciable por la comida italiana, captura la esencia de la velocidad y el sabor en cada historia.