En el pasado, la frontera entre un coche de carreras y uno de calle no estaba tan claramente definida como hoy. Esto era especialmente evidente en Le Mans, donde no fue hasta la década de 1960 que los autos de calle comenzaron a distanciarse de los prototipos de competición. Actualmente, los líderes de la parrilla en La Sarthe se asemejan más a un monoplaza de F1 que a un Porsche 911.
Ahí radica la singularidad del Porsche 963 RSP: un auténtico prototipo LMDh, apenas tropicalizado para uso urbano y legalmente matriculado en Francia. Hablamos con quienes hicieron posible esta hazaña.
Todo comenzó en el Petit Le Mans, el cierre de la temporada IMSA, donde algunos miembros de la marca de Stuttgart propusieron homenajear el medio siglo del 917 de calle, un coche creado para el conde Rossi, heredero de Martini & Rossi. A pesar de tener un interior terminado, el auto era un auténtico Le Mans legalizado para carretera, con placas de Alabama.
Los orígenes del Porsche 963 RSP
El equipo descartó rápidamente la homologación total para calle: modificar el 963 al nivel requerido lo habría transformado por completo. En su lugar, optaron por fabricar una unidad única, lo más cercana posible al auto de carreras, con autorización especial para circular de forma limitada.
La colaboración con Porsche Penske Motorsport era esencial, y se decidió que Roger Penske, el mítico “Capitán”, sería el destinatario ideal. De ahí su nombre: RSP, por Roger Searle Penske.
Porsche Motorsport fabricó un nuevo chasis desde cero; no se recicló ningún componente de competición. El diseño estuvo a cargo de Grant Larson y Porsche Exclusive Manufaktur, aunque la construcción se realizó en la sede de Porsche Cars North America en Atlanta.
Si bien los coches de competición de Penske son impecables en funcionalidad, su acabado exterior suele ser básico. En cambio, el RSP recibió una meticulosa pintura Martini Silver como la del 917 de Rossi, además de un interior tapizado en Alcántara marrón claro y detalles elegantes como cuero en el volante y un portavasos 3D desmontable.
Hubo que rediseñar parte de la carrocería para cubrir las aberturas exigidas por el reglamento de competición, permitiendo aún cierta ventilación, y se añadieron soportes para placas.
El motor del bólido, inspirado en Le Mans
A pesar de esos ajustes, sigue siendo un 963 puro. Su motor V8 biturbo de 4.6 litros trabaja junto a un sistema híbrido de Bosch y una transmisión secuencial XTrac de siete marchas. La batería, de 800 voltios, proviene de Fortescue Zero y va integrada al monocasco de carbono.
Este V8 proviene del 918 Spyder y, a su vez, del RS Spyder LMP2. Comparte la mayoría de sus piezas con el 918, lo que facilitó su adaptación a la gasolina convencional, aunque el proceso de calibración fue complejo.
Porsche también suavizó el sistema híbrido para que fuera más apropiado para bajas velocidades. Aunque no se ha revelado la potencia total, se estima que ronda los 700 hp, combinando motor térmico y eléctrico según el reglamento de balance de rendimiento.
El Porsche 963 RSP utiliza neumáticos Michelin de lluvia sobre rines OZ de 18 pulgadas. La suspensión fue elevada al máximo y configurada en su modo más suave, aunque el confort sigue siendo relativo. Por supuesto, incluye intermitentes y claxon.
A diferencia del 917, que arrancaba con una llave ligera, el 963 necesita un portátil y personal técnico para encenderse. Afortunadamente, Penske tiene su propia pista y equipo, así que podrá disfrutarlo sin problemas.
Antes de llegar a manos de Penske, el coche será exhibido en Le Mans, luego en el Museo Porsche. En julio irá a Goodwood y en agosto se mostrará en Monterey Car Week, donde finalmente se entregará a su dueño.
Más superdeportivos en Motor 360:
- Ya es oficial: El Hennessey Venom F5 Evolution tiene el motor más potente del mundo
- ¡Sin cables y sin trucos! El Spéirling hypercar demuestra que puede circular de cabeza

Entusiasta de los autos y de las motos. No puedo negar que soy un petrolhead de tiempo completo con una irremediable inclinación por las bicicletas fixie.