Škoda rinde homenaje a sus raíces con esta imponente motocicleta eléctrica

Škoda

El concepto más reciente de Škoda es el más atrevido presentado hasta ahora y el primero que adopta el lenguaje de diseño Modern Solid propio de la marca.

Este nuevo proyecto toma inspiración de uno de los vehículos más emblemáticos en la trayectoria de la firma europea: la motocicleta Slavia B.

Creada y fabricada bajo la firma Laurin & Klement (que luego dio origen a Škoda Auto), esta moto fue notablemente avanzada para su tiempo y consolidó la fama de la marca como pionera en innovación.

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Los inicios de Škoda

Considerando que Škoda comenzó en 1895 con bicicletas y después motocicletas, es coherente que la marca lance su nueva serie de conceptos clásicos con un vehículo de dos ruedas.

Inspirado en la Slavia B de 1899, el prototipo mantiene la silueta característica del chasis original, pero simplificada para adaptarse a la era eléctrica.

La zona que antes alojaba el motor de combustión queda abierta, con el emblema de Škoda aparentemente suspendido dentro del marco. Una línea vertical prominente separa las partes delantera y trasera.

La sección frontal rinde homenaje a los primeros vehículos de dos ruedas fabricados por la empresa, en tanto que, el asiento flotante de diseño simple y una bolsa de herramientas de cuero integrada evocan el pasado deportivo del vehículo.

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Café racer con toques modernos

Uno de los diseñadores de este vehículo la define como una “café racer futurista con estilo Modern Solid”, caracterizada por contornos definidos, bordes nítidos y una firma luminosa distintiva.

Aunque esta reinterpretación de la Slavia B no llegará a producción, representa una declaración firme sobre la dirección futura de Škoda.

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